Pidiendo limosnas de amor, de cariño, queriendo sentir que te aman, que le interesas a alguien, pero siempre es una fantasía, una ilusión que uno mismo va creando, creyendo escuchar palabras que jamás se dicen y que jamás se dirán...
Mendigando un amor, creyendo que alguien te esta ofreciendo de verdad la atención, el amor, su tiempo, creerte que un te quiero es un te amo, que un beso en la mejilla es un beso en los labios, un simple abrazo es un no me dejes, el simple hecho de unas palabras de cariño te hacen imaginar algo que no es; creyéndote cada vez mas esa fantasía, esa ilusión...
Y el corazón rebosa de emoción cuando tu mente le hace creer algo que no es; que es solo una triste fantasía, por que tarde o temprano regresas de esa fantasía, de esa ilusión de creer en una amor que nunca existió, donde en esa ilusión, solo tu eras la creadora de todos los personajes y de todos los momentos de amor que jamás paso...
Es una triste fantasía, el mendigar un amor; aceptar las limosnas de atención, de tiempo, de amor...
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